Volcán Lanín - Pared Sur

AUTOR: Christian Ferrari

LUGAR: Volcán Lanín
PROVINCIA/PAIS:
Neuquén, ARGENTINA
FECHA:
Marzo de 1999

"A veces escalar montañas se convierte en una obsesión...Hay paredes que se meten en la cabeza y no dejan pensar en otras cosas. Son como una ilusión,  un espejismo,  un sentimiento interior que atrae con una fuerza irresistible".
Casi sin darme cuenta,  me encuentro preparando las valijas,  el equipo necesario para llevar a cabo esta séptima incursión a la cara Sur del volcán Lanín (3.776 msnm.) (vía La Colada) Recuerdo aquellos días de septiembre de 1998,  mi primer intento en solitario…,  lluvia,  agua-nieve,  nieve,  todo entremezclado. El tiempo no acompañó mucho,  una mochila muy cargada y una cabeza con muchas dudas. Me prometí volver…

Vuelvo al año siguiente,  en Semana Santa,  pero esta vez acompañado. Somos un equipo de dos personas quizás el número ideal para realizar esta pared,  pero no logramos avanzar demasiado...Muchos fierros,  tornillos de todos los calibres,  mucho de todo y esto,  unido a una débil estrategia de ascenso. Nos pegamos la vuelta. Como contrapartida,  a modo de liberar tensiones acumuladas,  me despido de los cerros neuquinos y huyo rápidamente al Tronador (3.554 msnm.),  esta vez solo,  elijo escalar la Pared Sur del Pico Argentino,  pero las condiciones de la vía me devuelven a mi condición de ser humano.

Más acorde con mi estado de ánimo,  me desvío hacia la izquierda y atravesando una serie de grietas,  empalmo con la Ruta Normal,  que realizo sin mayores inconvenientes,  solamente acompañado de la absoluta soledad de la montaña. Una correcta elección.
La Colada (Glaciar Mazzoldi)

Tuve que confrontarme en cuatro oportunidades mas con esta vía congelada de 950 metros de desnivel. La única en la que he estado en las cuatro estaciones del año. Solamente en compañía de mis dudas y temores no logro abrir un trazado seguro en este mundo irreal de hielo/no-hielo.

Abril 2001

Luego de una breve estancia en los Arenales (Mendoza) escalando en roca,  me despido de mis amigos del Club Andino San Martín y desde Tunuyán viajo hasta Junín de los Andes. Desde aquí hay unos 63 Km. hasta Puerto Canoa 900 msnm. ,  punto de partida y registro en la seccional de Guardaparques. En la oficina un cartel me recuerda el trágico final del refugio del C.A.J.A. ubicado a 2.400 msnm. Se lo llevó el viento,  y solo quedan unos hierros retorcidos,  mucho más debajo de su emplazamiento original.

El clima parece estable. Según el parte meteorológico,  se avecina una tormenta en un par de días. Tiempo suficiente para subir y luego bajar por el norte (Ruta Normal) esa es la idea.

4:30 PM Me despido del Guardaparques de turno y con 17 kilos en la espalda inicio la senda que se encuentra marcada con puntos amarillos fosforescentes,  pintados sobre troncos de los árboles y piedras. A los 1.800 metros aproximadamente,  el bosque se termina,  y el campo visual es solo rocas de todos los tamaños y algunos neves que han sobrevivido al deshielo por su privilegiada orientación y ubicación. El altímetro marca 2.050 metros,  y la noche se aproxima. Decido hacer el primer vivac pegado a un promontorio rocoso,  hacia la izquierda de la picada original,  cercano a un cauce de agua.

Una buena sopa,  algunas frutas secas y mucha mucha agua,  forman parte de mi cena. Por momentos el cielo se inunda de estrellas,  aunque ya se aprecia algún conglomerado de nubes cruzando el firmamento.

La noche se hace corta,  en parte por el cansancio acumulado en las jornadas anteriores. El sol matinal comienza a calentar el aire….Son cerca de las 8:45 AM y me levanto…despreocupado de todo y de todos. Ya se puede ver la cúspide del Lanín y la parte superior de la pared barrida por los vientos. Me tomo medio litro de café y salgo disparado para la zona del desaparecido refugio...entre piedras y nieve voy encontrando el camino. Solo están las desgastadas e imperceptibles marcas amarillentas sobe las rocas. De vez en cuando,  recorro con la vista la pared….de abajo a arriba. A medida que voy ganando altura aparece poco a poco la parte inferior de la vía (la colada). Es como una gran lengua de hielo,  en parte cóncava,  agrietada y arrugada por donde se la vea. Esa es la puerta de entrada.

Sigo subiendo a pesar de la compacta neblina que aparece de repente para complicarme aun más el ascenso. Finalmente logro orientarme,  y tras una fuerte pendiente,  aterrizo en la desolada plataforma. ….El altímetro indica 2.430 msnm. 12:45 PM. Las nubes quedaron abajo,  aqui solo hay sol,  viento y muchas ganas de tirar para arriba.
Nuevamente las nubes cubren el volcán. Hay que reponer fuerzas. Solo traigo conmigo medio kilo de granola.,  café,  jugos,  y unas barras energéticas. Espero que alcance. Luego de un prolongado descanso preparo el equipo,  el handy,  un litro de café y tres litros de bebida isotónica. Desde aquí,  hay unos 400 metros de desnivel hasta la base.

La lengua de Hielo

6 PM. Hace más de una hora que estoy escalando por un hielo vidrioso y trato de hundir las piquetas lo más profundo posible. No voy muy rápido,  pero si manteniendo un ritmo adecuado. No resulta sencillo decidir por donde ir,  el terreno está bastante entrecortado,  y más arriba,  los bloques de seracs meten un poco de miedo. Pero la confianza todavía no me ha abandonado.
Entre diedros y chimeneas continuo escalando con todas las técnicas posibles: 10 puntas,  12 puntas,  20 puntas...todo vale,  todo está permitido. La libertad es absoluta.

El silencio de la montaña es impresionante,  solo se oye el viento silbando entre las herramientas.
Un poco a la derecha,  luego por la izquierda,  voy sorteando algunas grietas y saliendo de este laberinto de cristal. Ya he dejado atrás la parte más fusionada de la pared,  donde reina el hielo podrido y sucio...una auténtica pesadilla para el escalador. Ahora me siento más seguro,  aunque no sé lo que me espera más arriba.

La pendiente afloja,  bajo la luz de la frontal busco un sitio confiable para descansar. Por suerte he alcanzado un punto donde no hay retorno posible. La única salida posible es para arriba,  pues no traigo cuerda conmigo y los tramos que he superado serían imposibles de destrepar. Espero no caer en mi propia trampa.

Prosigo la marcha,  ya un poco más suelto y liviano,  pero la neblina se aproxima nuevamente,  esta vez,  para quedarse. La visibilidad es cada vez más reducida. Trato de forzar al máximo la luz de la Petzl pero es en vano,  todo es muy denso y húmedo.
Voy avanzando muy despacio por nieve dura y rampas de hielo,  a causa de la escasa visibilidad. Ahora mi único referente es el altímetro -compañero inseparable- elijo escalar lo más recto posible para evitar extraviarme.

Continúo escalando por horas bajo una densa capa de nubes que todo lo moja. El frío se hace sentir,  y mi único refugio es el movimiento continuo.

Más arriba,  la lluvia se transforma en pequeños cristales de nieve que golpean mis gafas. La pendiente afloja aun mas,  y puedo caminar libremente. Por suerte las dificultades quedaron atrás,  solo queda caminar hasta la cumbre. Ya son las 4 AM,  y el altímetro marca 3, 630 m. seguramente un poco menos,  debido a la baja presión y a la estabilización del barómetro. Calculo estar aproximadamente a unos 200 metros de la cumbre.

La retirada

Por momentos me resguardo bajo una manta de vivac aluminizada,  pero al viento no le importa nada,  y consigue destrozarla. La situación parece crítica. Me aseguro con las herramientas a la pared,  que ahora solo consigue tener unos 40° de inclinación. Logro colocar el único tornillo que tengo,  y me aseguro a él mediante un cordin atado al arnés. No quiero terminar barrido por el viento. Tampoco deseo formar parte de esta montaña,  como un bloque de hielo. Solo existen dos vías posibles de escape,  hacia el Oeste,  o bien hacia el Este. Elijo esta segunda opción. La olvidada y poco frecuentada Vía Este del Volcán Lanín.
Más hacia la derecha,  en terreno desconocido empiezo a descender sobre un hielo escamado y frágil. Continuo bajando por largas horas,  hasta que la nieve se termina y da lugar a las piedras descompuestas. Más adelante,  cerca de las 2 PM.,  logro comunicarme pon handy con la seccional de Guardaparques. Doy aviso de mi existencia ya que me encuentro un poco extraviado y aturdido. Es lógico,  hace más de 20 horas que estoy en actividad,  y para colmo no tengo contacto visual con el cerro.

Tras sucesivas comunicaciones,  no logro dar con el amplio valle de Tromen,  continuamente me meto en callejones sin salida,  una y otra vez… Finalmente,  a las 8 PM.,  cayendo la noche,  vivaqueo sobre un filo rocoso a unos 1.800 msnm.

8:30 AM. Me despiertan unas gotas de agua sobre la cara. Armo la mochila rápidamente y tras una breve charla radial con el Guardaparques consigo orientarme y encuentro la picada que me conduce a la base del Volcán….a unos 1.300 msnm. Son las 12 del mediodía.

Vienen a mi encuentro Nicolás y Diego,  los Guardaparques...

"A veces la elección de un objetivo no concuerda con el perfil psicológico de la persona y en ciertas ocasiones se intenta doblegar a la montaña con todos los medios externos posibles. En consecuencia no es la técnica la que falla,  sino un estado interior equivocado"

Mis agradecimientos a:

clan@andinautas.com.ar